Viajar a Cuba por libre – Descubrir Cuba en dos semanas
Viajar a Cuba por libre es una de las mejores aventuras que he hecho en mi vida. No sabría decir cuántas veces me han preguntado cuál es mi país favorito. Muy diplomáticamente siempre he contestado que depende de lo que se quiera ver o hacer diría un país u otro, pero después de este viaje, me siento muy tentada de simplemente contestar: Cuba.

Las calles llenas de música en La Habana, la naturaleza del oeste, las ciudades del sur o las playas del norte. Pero sobretodo, su gente.
En este post os cuento el itinerario para viajar a Cuba por libre en dos semanas en una visita a la isla por primera vez.
- Llegada a La Habana
- La Habana
- Salida a Cienfuegos
- Cienfuegos y salida a Trinidad
- Trinidad
- Cayo Santa Maria
- Cayo Santa Maria
- Cayo Santa Maria
- Santa Clara
- Vuelta a La Habana
- La Habana
- La Habana
- Vuelta

Día 1: Llegada a La Habana
Nuestro primer día en Cuba. Llegamos por la tarde al aeropuerto de La Habana. La casa familiar donde habíamos decidido alojarnos nos organizó un taxi que vino a buscarnos al aeropuerto y nos llevó a la casa por 30 CUCs.

La llegada a la casa Luarte (en Airbnb) fue genial. Son una pareja mayor con una abuelita de 95 años. Alquilan una de las habitaciones que tienen en su casa en centro Habana y se encargan de que todo esté perfectamente.
Nos recomendaron el Restaurante Fantasía para cenar, y como buenos principiantes, caímos en la trampa de los restaurantes para turistas. La comida estaba muy buena, pero el precio -unos 10 Cucs por plato- fue una buena forma de espabilar.

Día 2: La Habana
El segundo día nos dedicamos a hacernos una idea de la ciudad de La Habana en general. Nuestra idea era dejar La Habana vieja para el final del viaje, ya a la vuelta de los cayos, por lo que evitamos esa zona.
Como buenos viajeros, lo primero que hicimos fue ir a la Plaza de la Revolución.


Desde allí tomamos el autobús hasta el malecón. Los autobuses urbanos solo aceptan pesos cubanos (El viaje en bus cuesta un peso), por lo que si tenéis intención de moveros en bus, cambiad antes a pesos en cualquiera de las casas de cambio.
Después de pasear por todo el Malecón paramos en el Hotel Nacional a tomar un cóctel fresquito. El hotel merece la pena aunque sólo sea entrar a visitarlo. Tomar algo es bastante más caro que en cualquier otro sitio pero tiene unas vistas al mar que lo justifican.


Desde allí paseamos hasta el Hotel Habana Libre. Dentro tienen una de las tiendas de habanos oficiales por si queréis llevar unos puros de recuerdo. El precio de los puros en las tiendas está regulado por el Estado, por lo que si compráis puros oficiales (y no de los que venden por la calle) todos deberían tener el mismo precio.


Comimos en un pequeño restaurante llamado Lokos por Cuba, bastante barato y buena cantidad. Pedimos el plato especial variado para los dos por 10 cucs.
Desde el restaurante pasamos por el Callejón Hamel, recomendado por su escena artística, lleno de grafitis y músicos.


Después de descansar un rato, nos aventuramos a ir desde centro Habana hasta el Capitolio pasando por todo China Town. Lo cual no voy a engañaros, fue un poco de paliza caminando. Aunque mereció la pena, frente al capitolio hay un pequeño local donde se pueden comprar helados por un peso cubano (0.06 Euros).

Decidimos volver paseando por el malecón para verlo de noche. Esta lleno de ambiente con bares y restaurantes. Cenamos en el Castas y Tal, que me pareció demasiado turístico pero reconozco que la comida estaba buena (pedimos tapas variadas y el cerdo de la casa).
Dia 3: Salida a Cienfuegos
El dia anterior organizamos el colectivo para ir a Cienfuegos y nos recogió a primera hora de la mañana. El viaje nos costo 30 cucs por persona lo cual es bastante caro y fue lo que más nos decepcionó de casa Lula. Pero llegamos a nuestra nueva casa en Cienfuegos: Casa Navarro.

La casa esta situada en pleno centro con una terraza de vistas geniales de toda la ciudad.
Tras dejar las cosas fuimos al parque Jose Martí, a parte de ser el centro neurálgico de Cienfuegos, también tiene wifi. Cuando llegamos había una banda tocando en directo y docenas de parejas bailando salsa, una bienvenida de lo más cubana.

A recomendación del dueño de la casa, fuimos a comer al restaurante Las Mamparas. El sitio se ha debido de hacer popular por lo que hay bastantes turistas pero sigue teniendo ese aire antiguo y la comida esta muy buena y es muy barata. Como postre, fuimos a la mítica heladería Coppelia, la heladería estatal cubana donde los helados al cambio valen 10 céntimos.



Por la tarde subimos a las azoteas del Hotel Union y el Hotel San Carlos. La entrada a las terrazas de los hoteles es gratuita y tienen unas vistas espectaculares de Cienfuegos.


Desde el centro paseamos por todo el malecón hasta llegar a Punta Gorda. Pasando por el Club Náutico, el Palacio Azul y llegando al Palacio Del Valle desde donde se ve un atardecer espectacular con música y un coctel en la mano.



Días 4 & 5: Trinidad
Viaja a Cuba por libre tiene una parada obligatoria: Trinidad. Al día siguiente salimos hacia esta maravilla de ciudad en colectivo por 10 cucs por persona. En Trinidad nos quedamos en casa Lucia, una señora de lo mas amable con una casa en plenas reformas.

La mañana la pasamos recorriendo la zona periférica al centro, comimos en El Paraito, uno de los mejores sitios donde hemos comido en Cuba (no el mejor! El mejor está por llegar). Es comida rápida pero la ropa vieja, el pollo asado y el arroz frito son para repetir -así que volvimos a cenar-.

Por la tarde decidimos hacer el casco viejo y hacer el recorrido fotográfico recomendado en la guía Lonely Planet. Se trata de un recorrido por la zona de casas residenciales y coloridas de Trinidad. Sin duda una de las mejores cosas que hemos hecho al viajar a Cuba por libre.




Paseamos tranquilamente por la zona metiéndonos por un momento en las vidas de la gente que vive en Trinidad. Si tu idea es viajar a Cuba por libre, esta es una de las mejores formas. Música saliendo de puertas abiertas, hombres mayores discutiendo mientras fuman puros, niños jugando y chicas sentadas en bordillos mirando revistas, qué más se puede pedir.

Días 6 – 7 – 8: Cayo Santa María
Después de un día genial en Trinidad, salimos dirección a los cayos. En concreto al Cayo Santa Maria. Estuve mirando diferentes opciones de playa pero al final por recomendación y mejor accesibilidad, decidimos ir a este. El colectivo desde Trinidad fueron 25 cucs por persona y nos quedamos en el Hotel Melia Las Dunas.
Es el típico hotel todo incluido pero la verdad es que muy bien montado. Se agradece en concreto las dos partes diferenciadas del hotel; una para familias con niños y otra más tranquila. Los tres días que pasamos en los Cayos consistieron en comer muchísimo -los restaurantes con reserva son muy buenos-, pasear por la playa -algunas me recordaron a una playa en la que estuvimos en Filipinas-, hacer alguna actividad acuática y beber mucho. Era básicamente a lo que íbamos y fue nuestro descanso en nuestro viajar a Cuba por libre. Después de palizas a andar descubriendo tres ciudades con mil cosas que ver, tirarse en la playa en mitad del viaje fue genial.

Un consejo, si vas a los Cayos en modo viajar a Cuba por libre y sin contratar nada haz una excepción y contrata el viaje de vuelta de antemano con algún taxi, bus o como quieras viajar. Nosotros que disfrutamos con ir a la aventura, no nos hizo tanta gracia cuando el taxi de Cayo Santa María a Santa Clara nos quisieron cobrar 95 cucs (precio oficial del hotel). Lógicamente no pagamos eso y nos las ingeniamos para bajar con un hombre muy simpático, pero por los pelos!.


Llegamos a Santa Clara y nos quedamos en casa de una pareja con un niño, Casa Giselle y Daniel. Por la noche quedamos con unas amigas en el Club Mejunje, donde vimos algo que no se nos borrará de la cabeza: La happy hour de los señores y señoras de 80 años para arriba bailando reggaeton a tope. De verdad que cuando entramos nos quedamos boquiabiertos. El club es conocido por ser de los más abiertos de todo Cuba y fue de los primeros en ofrecer un espectáculo de travestis. La entrada para el show son 5 pesos cubanos (piden cucs a los extranjeros por si cuela, pero no, son pesos cubanos).
Día 9: Santa Clara
Ya en Santa Clara, lógicamente lo primero que hicimos fue ir al Mausoleo del Che Guevara. Dentro tienen una exposición de lo más interesante sobre la vida del Che con objetos suyos personales. La entrada al mausoleo es gratuita (se pueden dar donaciones) y no dejan entrar con mochilas ni bolsos. Tienen una taquilla para dejarlos por 1 cuc.


Desde el Mausoleo tomamos un carro de caballos al centro de Santa Clara por 2 cucs. En Plaza Villa había un evento con música y parejas bailando boleros. Si os animáis, no faltará quien os quiera sacar a bailar!


Desde Plaza Villa fuimos andando a la zona del tren blindado y la estatua del Che con el niño en brazos. Es un paseo más bien largo pero agradable, se puede tomar un carro o taxi pero si vais andando por el centro se conocen mejor las zonas intermedias no tan turísticas, algunas calles con grafitis y la vida en la ciudad.



Si queréis parar a tomar algo, el cafe Revolución, cerca del tren blindado, es un pequeño bar con un arsenal de objetos de la revolución. Un sitio súper auténtico donde merece la pena parar a tomar una cerveza.
Después de una auténtica paliza a andar, fuimos a la casa, donde Daniel nos recomendó el mejor restaurante donde comimos en Cuba. Se llama SaboreArte y es comida local, con gente local a precio local. Sin duda la mejor ropa vieja que hemos comido nunca!.
Dia 10-11-12: La Habana
Vuelta a La Habana. El trayecto de vuelta de Santa Clara a La Habana son 3 horas y fuimos en colectivo por 25 cucs por persona.
Nuestra idea era dejar lo mejor para el final, por eso nos quedamos en La Habana Vieja.

Estos dos días nos dedicamos a perdernos por las calles. Para mí la mejor forma de llegar a conocer un sitio y más si tu idea es viajar a Cuba por libre. La Habana vieja es la zona mas turística de La Habana, pero sigue teniendo ese sabor cubano que a mí en particular me enamoró.


Compramos puros en una casa de Habanos oficial y con ellos en la mano nos pusimos a buscar el rastro de Hemingway. Es fácil localizar el bar Floridita, en pleno centro, y dentro tomar un daiquiri si conseguís un sitio entre tanto turista. Hay uno que tiene el sitio fijo ;).


En cuanto a sitios diferentes que encontramos en nuestras andanzas por el centro de la ciudad, destacar América, una tiendecita pequeña de pasteles con una señora entrañable (creo que fuimos tres veces a este sitio) y Crepe Sayu, un restaurante Japonés-Cubano de lo más curioso, pues es dentro de una casa.


En cuanto a salir de fiesta, hay literalmente docenas de sitios a los que poder salir a bailar: Café Cantante Mi Habana, La Casa de la Música de Galiano, Diablo Tun Tún, La Cecilia…
Y para escuchar música en directo tenéis El Gato Tuerto, La Dichosa, Café Taberna, La Bodeguita del Medio… y muchísimos otros. Lo bueno de La Habana es que es una ciudad llena de música, así que si lo que queréis es escuchar música en directo contad con que será algo constante al viajar a Cuba por libre. Hay un bar en concreto, que no tiene nombre, se puede acceder sólo con unas tarjetas que van dando por la calle y fue el sitio más surrealista en el que estuvimos. Si os ofrecen la tarjeta, id aunque solo sea por curiosidad, la entrada en gratuita y los cócteles negociables.



Concluir este post con mi amor eterno a este país. Creo que después de tantos viajes es difícil encontrar algo totalmente distinto y al viajar a Cuba por libre lo encuentras sin duda.
Si habéis estado y queréis compartir información o si tenéis planeado viajar a Cuba por libre y tenéis alguna duda, os contestaré a todo lo que pueda en los comentarios.
Similar Posts:
- None Found
Me encanta su estilo de escritura. ya está bien hecho